¿Por qué comer ensaladas?
Las ensaladas no sólo son sabrosas, sino también muy saludables. Son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes que refuerzan el sistema inmunitario y protegen las células de posibles daños. Su alto contenido en fibra favorece una digestión sana y la saciedad, lo que es ideal para quienes quieren mantener su peso. Además, la mayoría de las ensaladas son bajas en calorías, así que puedes darte un capricho sin remordimientos.
¿Cómo elegir los ingredientes adecuados?
La base de cualquier buena ensalada son las verduras frescas. Puede elegir entre innumerables variedades de lechugas, tomates, pepinos, pimientos, cebollas, zanahorias y mucho más. También puedes añadir frutas como manzanas, peras, cítricos o uvas. Los frutos secos, las semillas y el queso rallado añadirán a la ensalada las proteínas y grasas saludables necesarias.
Aliños sabrosos y saludables
El aliño es lo que une todos los ingredientes en un conjunto armonioso. Puedes elegir entre aliños ya preparados o hacer los tuyos propios. Una opción más sana son los aliños a base de aceite, vinagre, zumo de limón, hierbas y especias. Evite los aliños dulces y grasos.
Ideas para ensaladas sabrosas
Las posibilidades de combinación son casi infinitas. Un clásico es la ensalada César con lechuga, picatostes, queso parmesano y aliño César casero. Una variación fresca es una ensalada griega con tomates, pepino, cebolla roja, aceitunas, queso feta y orégano. Para los amantes de la carne, una ensalada con pollo a la parrilla, aguacate, tomates cherry y nueces es ideal. Y para los que prefieran una opción más ligera, una macedonia con frutas variadas, yogur y miel.